miércoles, 17 de octubre de 2012

MARIPOSAS DE OTOÑO



MARIPOSA DE OTOÑO

LA mariposa volotea
y arde —con el sol— a veces.

Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.

Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.

Yo tampoco decía nada.
Y pasó el tiempo de las mieses.

Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.

Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.

Era la hora de las espigas.
El sol, ahora,
convalece.

Todo se va en la vida, amigos.
Se va o perece.

Se va la mano que te induce.
Se va o perece.

Se va la rosa que desates.
También la boca que te bese.

El agua, la sombra y el vaso.
Se va o perece.

Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece.

Su lengua tibia me rodea.
También me dice: —Te parece.

La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.

PABLO NERUDA

sábado, 27 de marzo de 2010


A UN NARANJO Y A UN LIMONERO


Naranjo en maceta, ¡qué triste es tu suerte!
Medrosas tiritan tus hojas menguadas.
Naranjo en la corte, ¡qué pena da verte
con tus naranjitas secas y arrugadas!.

Pobre limonero de fruto amarillo
cual pomo pulido de pálida cera,
¡qué pena mirarte, mísero arbolillo
criado en mezquino tonel de madera!

De los claros bosques de la Andalucía,
¿quién os trajo a esta castellana tierra
que barren los vientos de la adusta sierra,
hijos de los campos de la tierra mía?

¡Gloria de los huertos, árbol limonero,
que enciendes los frutos de pálido oro,
y alumbras del negro cipresal austero
las quietas plegarias erguidas en coro;

y fresco naranjo del patio querido,
del campo risueño y el huerto soñado,
siempre en mi recuerdo maduro o florido
de frondas y aromas y frutos cargado!


POEMA DE ANTONIO MACHADO

HAY BESOS





Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

GABRIELA MISTRAL

BRILLOS DE LUZ EN EL CIELO




Destellos y brillos de luz en mi cielo
Si toco tus labios mi hermoso lucero
Pues saben a mieles de dulce panal
Hermosos lucero que he de adorar.

Siempre por mis sendas has de caminar
Y yo entretenida me dejo llevar
Tu luz me seduce, como una luciérnaga a la oscuridad
Destellos y brillos con peculiaridad.

Festiva y alegre me divierto un poco
De pronto, ¡asombroso! Casi toco el cielo
Tus caricias sabias sabes entregar
Mi hermoso lucero..Me dejo amar.

Armonías sinuosas de nuestros amores,
Destellos y brillos llenos de colores
Mezclamos sabores y aromas a flores
Que nuestros amores en su savia pierdan sus temores.

Destellos y brillos de luz en mi cielo
Pues nuestros sentidos han de estimular
No he de resistirme a tan dulce encanto
Que con suave tacto tú me haces llegar…

Destellos y brillos mi hermoso lucero
Iluminan mi vida desde que tu estas
Quién iba a decirme al verte tan alto
Que logre un buen día tu cielo alcanzar.

Destellos y brillos siempre me acompañan
No más oscuridades volveré a pasar
Pues tú elegiste a mi lado estar.
Y a mi corazón yo te deje entrar.

´´ Hermoso lucero que yo he de adorar ´´

jueves, 25 de marzo de 2010

bellezas oilmpicas


Esto si es una belleza del deporte, menudos ojos tiene la niña.